jueves, 5 de mayo de 2016

"El Mendrugo y la Mordaza", Miguel de Unamuno.

En este relato, Unamuno nos dice que no se trata de un diálogo sino de un monólogo, lo que es muy significativo porque podemos inferir de ello que toda la reflexión que se lleva a cabo es propia de un todo unitario, es decir, el escritor de la Generación de 98 lleva a cabo una crítica de la mentalidad y del pensamiento de la época basado, por un lado, en la postura conservadora de aquel que no quiere que el resto exprese su opinión si esta no es igual que la suya, que está en contra de aquellos que defienden la verdad y la justicia porque consideran que están equivocados en las concepciones que de estos valores tienen, y por otro lado, aquellos que dicen que habría que ayudarles, que ponerles "un mendrugo de pan en la boca", y estas opiniones las podemos atribuir por lo tanto a la mayoría de la sociedad.